
¿Alguna vez amaste a alguien tanto que apenas puedes respirar al estar con él? Lo conoces y ninguno de los dos sabe lo que los golpeó, tienes ese sentimiento raro y caliente, solías sentir esos escalofríos. Ahora te esta enfermando mirarlo. Juraste que nunca lo golpearías, nunca harías nada para lastimarlo, ahora están cara a cara tirando veneno a sus palabras cuando las escupen. Se empujan, se tiran del cabello, se rasguñan y se golpean.
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